Y mi blog quedó algo abandonado, pobre. No fue intencional, pero vieron como es la vida. Entre la fotografía, mi hija, la casa, mi hija, otros trabajos, y mi hija se me llenan los días muy rápido de las tantas cosas que hace uno para vivir.
Una de las cosas que me tiene como loca, que no veo la hora de sentarme a terminar, es mi planta de menta en el patio de atrás. Los que me conocen seguramente andan con una plantita que les di en la primavera. No es chiste, habré transplantado y regalado como 50 plantas de menta y aun así, mi patio tiene un "arbusto" enorme de menta. En realidad son un montón de plantas que crecieron juntas y ahí están, ya floreciendo.
Hace varias semanas corté bastante, lo dejé secar y luego regalé menta para té. Y aun así, sigo con una pila de menta que tengo que cortar y secar antes de que se me llene todo de flores. (No sé, por ahí los que más saben me dirán que es muy tarde.)
Tengo un jarabe, por decirlo así, que me gusta hacer con la menta para luego mezclar con soda. Es muy rico y refrescante. Se hierve agua, azúcar, menta, cáscara y jugo de limón y gengibre fresco. Se dejar reposar una noche y al otro día se cuela y se guarda en la heladera. Después usas un chorrito con un vaso de soda. Queda muy rico y es una alternativa mucho más sana a la gaseosa. Está bien que tiene azúcar, pero fijense que no tiene colorantes, conservantes, ni sabores artificiales como tienen todas las gaseosas. Y me imagino que en realidad algún beneficio de salud debe tener--el gengibre, el limón y la mente son todas cosas que te hacen bien. El azúcar no más endulza un poco la situación. : )
Bueno, pasaba para saludar y terminé hablando de mi problema "mental". ja ja (¿Se nota que es tarde?)
Prometo que la próxima entrada tendrá fotos--tengo fotos de una torta de chocolate de que contarles, fotos de la segunda milonga del torreón que compartir, fotos de la ganadora de mi sorteo, y en esta semana un casamiento por civil de mi amiga en Necochea. Ya vendrán las fotos!!
Hasta entonces, disfruten del carnaval!
