2012/12/27

Mis regalos // My gifts

(Blog post in English below)
Este año que termina no ha sido fácil. Dios nos bendijo con otro integrante de la familia y luego nos dio la bendición de saber que nunca conoció la maldad, lo que es luchar contra su propio pecado, lo que se siente al ser defraudado, ignorado y no amado. Mi hijo Maxi solo conoció amor, los cuidados de los doctores y enfermeros, los brazos de su mamá y su papá y nuestras voces diciéndole que Dios lo ama muchísimo. Dios lo amó tanto que mandó a su Hijo para que Maxi pueda tener un lugar en el cielo.
Hace poco terminé de leer un libro que necesitaba leer. Se llama Un millar de obsequios: El desafio a tener plenitud de vida allí mismo donde estás. La autora, Ann Voskamp, nos cuenta del camino que Dios le hizo pasar para mostrarle cuanto la amaba a través de los regalos de su gracia que encontró en cada día. En ese camino aprendió que todo es un regalo de la gracia, amor y bondad de un Dios soberano. Aún los momentos difíciles de la vida son esto, un regalo.
¿Aceptaremos el bien de Dios y no aceptaremos el mal?, preguntó Job. Ann nos desafía a abrir plenamente nuestras manos para recibir de Dios toda su gracia en nuestra vida y a descubrir que lo que viene de Él es bueno, es hermoso, es un reflejo de su gloria.
En este año que entra tomo el desafío de contar mis mil obsequios, de buscar la gloria y gracia de Dios en cada aspecto de mi vida, y se los compartiré a través de este blog.
Pero quiero empezar dando gracias por todo en este año que pasó. Doy gracias a mi Dios por su sostén, gracia y dolor que trajo a nuestras vidas. Doy gracias por lo que me enseño, por como me acercó a Él, por como me cambió. Doy gracias por el amor y compañía de familiares y amigos (muchos de ellos me sorprendieron con su bondad.) Doy gracias por los que, a la distancia, nos dijeron que lloraban junto con nosotros, y doy gracias por los que lloraron a nuestro lado. Doy gracias porque tengo fotos de mi hijo Maxi. Tantas mujeres pierden hijos en las primeras etapas de su embarazo y no tienen algo tangible para recordarlos, solo el amor que llevan en sus corazones.


Doy gracias por nuestra hija que llenó tantos momentos vacios con sus sonrisas, canciones y abrazos. Doy gracias porque Dios es fiel, y nunca me dejó dudar de su bondad. Doy gracias por las flores silvestres que crecen en el valle de sombra de muerte. Yo tengo tanto, tanto por agradecer. Te desafío a que agradezcas también.
~Eli


This past year hasn't been easy. God blessed us with a new addition to our family, and then blessed us with the knowledge that he would never know evil, what it's like to struggle with sin, what it feels like to be disappointed, ignored, unloved. My son Max only knew love, being cared for by doctors and nurses, his mom's and dad's arms and our voices telling him that God loves him so much. God loved him so much that He sent His Son so that Max could have a place in heaven.
I recently finished reading a book that I needed to read. It's called One Thousand Gifts: A Dare to Fully Live Right Where You Are. The author, Ann Voskamp, tells us about the path God put her on to show her just how much He loved her through gifts of His grace that she found in the every day. On that journey she learned that everything in live is a gift of the grace, love and goodness of a sovereign God. Even life's difficult moments are this: a gift.
Shall we accept good from God, and not trouble?, Job asked. Ann challenges us to fully open our hands to receive all of God's grace in our lives, and to discover that what comes from Him is good, beautiful, a reflection of His glory.
This next year I take up the dare to count my one thousand blessings, to look for the glory of God in every corner of life, and I will share here on this blog.
But I want to start by giving thanks for all that transpired this past year. I give thanks to my God for His strength, grace and pain He brought to our lives. I give thanks for what He taught me, for how He drew me closer to Him, for how He changed me. I give thanks for the love and support of family and friends (many of them surprised us with their kindness.) I give thanks for those who, in spite of distances, told us they cried right along with us, and I give thanks for those that cried next to us. I give thanks that I have pictures of Max. So many women lose children at the beginning of a pregnancy and don't have something tangible to remember them by, only the love they hold in their hearts. I give thanks for our daughter who filled so many empty moments with smiles, songs and hugs. I give thanks because God is faithful, and He never let me doubt His goodness. I give thanks for the wildflowers that grow in the valley of the shadow of death. I have so, so much to be thankful for. I challenge you to also give thanks.
~Liz

3 comments:

MeliC said...

Gracias, Eli. Mil obsequios y sumando...nieve que cae tan liviana que es como una capa de polvo, un arco iris entre los copos, nenas traviesas que se ríen juntas en vez de dormir, un hermano que viene desde lejos para pasar las fiestas con nosotras. Tantas razones para estar agradecidas. Anticipo esta jornada nueva. :) Gracias por disponerte a compartirla.

Taller de la Casita said...

aaaaaah! que lindo Eli, se me llenó el corazón con tu comentario.!!!!!

Anonymous said...

Eli, lamento la pérdida pero que bueno que en medio hayas podido afirmarte más en conocer de la gracia de Dios. Me encantó tu blog, y cómo quisiera tener un poquito de tu talento para las fotos, nunca logro captar las buenas imágenes...
Eli Pryma