2013/02/06

I need to write something...anything // Tengo que escribir algo...cualquier cosa

(más abajo en español)

If my son had survived his very early birth (at 24 weeks), today would be a very different day. We would be celebrating a year of struggles, but we would be celebrating a victory over very bad odds. We would be holding a baby, probably small for his age and probably with some kind of health problem, but we would be holding him. We would be spending money on food, party decorations, getting ready for our family and friends to come over.

But he didn't, so we aren't.

Instead we remember with pain and joy. We smile and cry at pictures, gifts and words from those that love us. We honor Max's short life by remembering, by letting the pain surface. It might be easier to let it all get buried somewhere deep within and go on with life as if nothing happened. But Max happened. God gave Max to us to show us how much we're loved, to show us how great and strong He is, to teach us what grace and peace in the storm look like. To teach us that this is not our home. God took Max because He loves Max. God continues to sustain us because He loves us.

Happy first birthday, sweet boy. 
I miss you so much. I miss all the things we didn't get to do, all the new things we didn't get to see you do, all the smiles you'd give us, all the giggles you'd share with your sister. I miss seeing you sit with your daddy and watching soccer games. I miss hearing your daddy teach you Russian. I miss seeing your grandparents, aunts, uncles and cousins love you. I miss all the hours I would have nursed you, touched your soft skin, kissed you thousands of times. I miss all the photographs I could have gotten of your adorable little self.
Enjoy heaven, Max. Have fun with your great-grandparents and cousins and all the wonderful people God has made whole. Praise our Father in His presence; we'll join you one day.
I love you.
 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Si mi hijo hubiera sobrevivido su muy temprana llegada (de 24 semanas), hoy sería un día muy diferente. Estaríamos celebrando un año de pruebas, pero estaríamos celebrando una victoria pese a las pocas probabilidades. Estaríamos teniendo en brazos a un bebé, seguramente pequeño por su edad y con algún problema de salúd, pero lo estaríamos teniendo. Estaríamos gastando dinero en comida, decoraciones, y preparándonos para recibir a familiares y amigos.

Pero no pasó así.

En lugar de todo eso, recordamos con dolor y gozo. Sonreíamos y lloramos al ver fotos, regalos y palabras de los que nos aman. Honramos la corta vida de Maxi recordándolo, permitiendo que aflote nuevamente el dolor. Quizá sería más fácil dejar que siga todo enterrado dentro nuestro, y seguir con nuestra vida como que si no hubiera pasado nada. Pero Maxi pasó. Dios nos dio a Maxi para mostrarnos cuanto nos ama, para mostrarnos lo grande y fuerte que Dios es, para enseñarnos lo que es la paz y gracia en el medio de la tormenta. Para enseñarnos que este no es nuestro hogar. Dios se llevó a Maxi porque lo ama. Dios sigue sosteniéndonos porque nos ama.

Feliz primer cumpleaños, mi dulce.

Te extraño tanto. Extraño todas las cosas que no pudimos hacer, todas las cosas nuevas que no te vimos hacer, todas las sonrisas que nos darías, todas las risas que compartirías con tu hermana. Extraño verte con tu papá mirando fútbol. Extraño oir como tu papá te enseña ruso. Extraño ver como tus abuelos, tíos, tías y primos te amarían. Extraño todas las horas que te daría el pecho, que tocaría tu piel tan suave, los miles de besos que te daría. Extraño las fotos hermosas que te hubiera tomado.

Disfrutá del cielo, Maxi. Divertite con tus bis-abuelos y primos y todas las personas que ahora están enteras. Adorá al Padre en su presencia; un día estaremos a tu lado haciendo lo mismo.

Te amo.

No comments: